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manuel_urtizberea

Un “reality show” militar

Un “reality show” militar

La historia de los quince militares, (ocho marinos y siete infantes de Marina, entre ellos una mujer), que fueron detenidos el 23 de marzo en aguas del Golfo Pérsico por las autoridades iraníes, siendo acusados de invadir su territorio marítimo, tomó una escala mediática aun más intensa. Esto a pesar de que la versión ha sido negada por Londres reiteradamente.

Más adelante, cuando ya habían sido liberados y devueltos al ejército británico, los militares fueron autorizados por el gobierno para vender sus historias a los medios de comunicación. Esto generó polémicas y críticas al Ministerio de Defensa. Las autoridades atestiguaron que hicieron a un lado las normas que prohíben concertar acuerdos financieros con los medios a los militares teniendo en cuenta el gran interés público en el caso.

Pero, como muchos esperaban, la polémica por dicha autorización se intensificó tras la aparición de las primeras revelaciones de la única mujer del grupo, Faye Turney, y de otro de los marines, Arthur Batchelor. El diario The Sunday Times informó que Turney, de 25 años, cobró 197.000 dólares por vender su historia a The Sun y a la cadena de televisión privada ITV. Otras fuentes afirman que recibió hasta 150.000 libras (225.000 euros o 300.000 dólares).

Por esta suma de dinero era inevitable que alguno se negara a declarar hasta los momentos más humillantes y oscuros que debieron vivir. El marine Batchelor, de 20 años, dijo al periódico que lloró "como un niño" cuando fue vendado, atado de manos y atormentado por los guardias de la celda en la que estuvo. Y por su parte Turney dijo haberse sentido una traidora, teniendo en cuenta que ella fue la que aceptó las demandas iraníes para hablar por televisión y declarar que se encontraban en territorio prohibido.

"Una mañana, escuché un ruido como de madera siendo serruchada y clavada junto a mi celda. No podía determinar lo que era. Entonces una mujer vino a medirme de pies a cabeza con una cinta", dijo Turney, al diario The Sun. "Ella le gritó las medidas a un hombre que estaba afuera. Yo estaba convencida de que me estaban haciendo un ataúd".

La presión psicológica que recaía sobre sus hombros y los de sus compañeros era enorme. "Los marines lo lamentarán y se darán cuenta de que no fue una buena idea cobrar. Espero que donen todo el dinero a obras de caridad", dijo el general sir Patrick Cordingly, uno de los comandantes británicos en la Guerra del Golfo, de 1991. Y de esta forma parecería querer desligar de su culpa a las autoridades que permitieron que aquello se llevara a cabo.

Finalmente Gran Bretaña prohibió a todo el personal militar que hable con la prensa a cambio de pago, invirtiendo así su decisión inicial. Pero lo cierto es que aunque esta nueva medida no afecte a los que ya dieron sus declaraciones y argumenten que fue una “decisión muy difícil” la que tuvieron que tomar en la autorización inicial, será necesario que en un futuro tengan bien en claro las medidas a seguir para que estas no sigan perjudicando a los implicados, como ocurrió con estos dos marinos a los que continuaron avergonzando públicamente acusándolos de querer convertirse en estrellas de un reality show.

2 comentarios

Lucila Ernestina Antonieta Nelida Olga Elisa Peres -

Hay una frase que dice: "no hay mal que por bien no venga". yo creo que si estas personas sufrieron el calvario de haber sido prisioneros, tienen todo el derecho de contar sus historias. Mas aun, no creo que cobrar por hacerlo sea condenable, solo quisieron sacar provecho de una situacion desafortunada que les toco vivir. Con respecto a lo que declararon, y teniendo en cuenta que es una sola campana, creo que no pueden ponerse en victimas ni mucho menos "endemonizar" a sus captores cuando ellos mismos son marinos, vaaaaaaamos...

Solange S -

Se puede considerar un reality show si lo vemos desde el punto de vista que los marines sólo contaron sus historias con el fin de ser resarcidos económicamente.
Sin embargo, también podemos enteder estas historias como reflejos de las experiencias que muchos marines, de diversos paises, viven día día.